Sobre el autor


Daniel Hidalgo (Valparaíso, Chile, 1983) es profesor y escritor. Ha publicado los libros de cuentos Canciones punk para señoritas autodestructivas (Das Kapital, Santiago, 2011 / reedición Estruendomudo, Lima, 2017), galardonado con el premio Mejores Obras literarias 2012, por el Concejo Nacional de la Cultura y las Artes (Chile) y Fanfiction (Estruendomudo, Lima / Santiago, 2018), finalista del Premio Municipal de Literatura de Santiago y la novela Manual para robar en el supermercado (Hueders, Santiago, 2015), mención honrosa en los premios Colibrí Ibby Chile y reconocido como Mejor Obra Literaria en la categoría Marta Brunet a las publicaciones infantiles y juveniles del año 2016, del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes. Textos suyos han sido recopilados en diversas antologías como Los mejores cuentos chilenos del siglo XXI (Sudamericana) y We Rock (Ediciones B). Ha participado en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, Feria Internacional del libro de Buenos Aires, Feria Internacional del libro de Lima y Feria Internacional del Libro de Santiago, en mesas sobre rock, narrativa, cultura y escritura. En 2013, su cuento Barrio Miseria 221 fue adaptado al teatro por la compañía Niño Proletario y su adaptación al cine se encuentra en proceso de preproducción. Actualmente prepara su segunda novela y un volumen compilatorio de cuentos.

Publicaciones:

El Último pogo de Rita Maldita (Editorial Planeta, Santiago, 2021)


Daniel Hidalgo maneja con destreza la representación de universos barrocos y mestizos, y en este, su último trabajo, lo demuestra con creces al mostrarnos cómo se derrumba un mundo para que se alcen nuevas e insólitas posibilidades de vivir el espacio, el tiempo y la memoria.




Fanfiction (Estruendomudo, Santiago/Lima, 2018)



Primera alerta de spoiler: con Fanfiction van a llorar. Me atrevería a decir que, si tienen corazón, al menos llorarán con tres de los relatos. Segunda alerta de spoiler: con Fanfiction se van a reír. Y me atrevo a decir que lo harán con los mismos relatos con los que lloraron. Tercera alerta: van a quedar con una sensación de pequeña euforia, de felicidad mezclada con esperanza, como si estuvieran en el segundo preciso en el que se abre algún futuro. Aunque sepan que ese futuro puede traer bien poco. -Camila Gutiérrez

comprarfanpage

Canciones punk para señoritas autodestructivas + bonus tracks (Estruendomudo, Lima, 2017)


Entre lo marginal y punk de este libro, encontramos un lenguaje directo, crudo, coloquial. Con esos giros y jergas características de las urbes chilenas. No podía ser de otra forma. Tenía que ser como las canciones que fungen de los epígrafes que contextualizan cada historia. Como si, mientras lees, escucharas un viejo casete que grabaste del disco de un anónimo amigo punk. Por eso tengo la sensación de que, al oír a las bandas que suenan en este libro, retornarán a mi mente las historias de cada uno de estos personajes. No son fáciles de olvidar. -Martín Roldán

comprar / fanpage

Manual para robar en el supermercado (Hueders, Santiago, 2015)



Un manual hecho con los pedazos y los restos de un amor reventado, en una época extraña, en una ciudad perdida. Un manual hecho de sexo, drogas y citas pop. Donde la fábula del “chico conoce a chica” se transmuta en un recorrido confuso por un Valparaíso que no conoce ni busca la redención. Donde el fanatismo por las canciones fracasadas y románticas de Weezer podría ser el disfraz de una resignación política definitiva. Hidalgo nos lanza al hoyo negro mental de los años universitarios. Los veinte como un chiste largo y fome, que ya no causa risa, y cuyo único antídoto es un vagabundeo eterno por la ciudad. En busca de amigos, de música, de fiestas, del amor. En busca de cualquier cosa, menos del futuro -Pablo Toro

Canciones punk para señoritas autodestructivas (Das Kapital, Santiago, 2011)


"La vida no es más que un candado con las llaves extravia­das”, escribe Daniel Hidalgo. Y la frase sirve para enten­der, en parte, qué es lo que mueve a los protagonistas de estos relatos: encontrar esas llaves, ya sea en la música o en la escritura, pero, por sobre todo, en la calle. En los cerros de Valparaíso, en la noche de Playa Ancha, entre cervezas Escudo o un par de líneas de cocaína, en las canciones de The Clash, los Buzzcocks y Los Marsupiales. Pero ahí siguen las llaves, extraviadas entre el microtráfico y los hos­pitales colapsados. Entre las citas pop y la violencia de la provincia, entre el odio y la ternura, entre el desen­freno y la resignación de quien sabe que nunca encontrará esas llaves -Diego Zúñiga.

Agotado / fanpage

Comentarios

Seguidores