EL CONACE NO ERA PURO CUENTO

Esto es una suerte de aclaración pública (si es que existe este concepto). Hace algún tiempo, hace casi un año ya, escribí una ofensiva nota en contra del CONACE drogas, motivado principalmente por mi indignación causada por la indiferencia que esta institución tuvo con mi persona. Yo había participado en un concursito de cuentos que el CONACE había organizado el año 2004, al cual, con grandes aspiraciones, envié mi material y sólo recibí una mención honrosa, me enteré a través de su página de internet, y disfracé mi frustración −esperaba un primer lugar− de alegría, consolándome con la idea de que al menos publicarían mi cuento. Pasó el tiempo, nadie se contactó conmigo, y decidí llamar al CONACE. Allí alguien me habló y me dijo que habían mandado mi premio pero que había llegado de vuelta a sus oficinas: extraño, porque mi casa no es rodante y siempre se encuentra en la misma dirección. Colgué y bajé de inmediato con una amiga a sus oficinas. Allí me entregaron un premio cuya máxima expresión era el certificado que podría servir para mi currículo, un disco de un grupo hip hop patético, y un libro de poemas de Gabriel Castro igual de patético, acrecentando mi sensación de loser. En esa breve charla con la señorita que hizo la entrega del premio, ella me comunicó que el libro saldría en un par de meses más y que estaban complicados con el financiamiento, pero que saldría como fuera. Yo, interesadísimo, le conté que estudiaba pedagogía en castellano y que acostumbraba a escribir sobre literatura en algunas revistas de internet, y que me encantaría participar del lanzamiento, incluso, aunque sólo figurara como mención honrosa, podría redactar algo para su presentación. Ella me respondió encantada que era una excelente idea, me pidió los datos y me dijo que apenas hubiese noticias me llamaría.

No supe nada más.

Mandé exactamente cuatro mails al director (creo) del CONACE regional, cuya dirección aparece en la página web de la institución, preguntando por el libro y la presentación y nunca obtuve respuesta.

Este blog me sorprende cada vez más. Cada vez que he escrito algo mala leche o en buena onda, los aludidos se contactan conmigo. Así ha pasado con el escritor Castellano-Girón, con quien luego de una farandulera discusión a través de un portal de internet y del sucio pelambre de mi parte a través de este blog, logró contactarme, arreglamos nuestras diferencias, y ahora cuento con él como un verdadero amigo virtual, también con el tipo que organizó el concierto de Marky Ramone en Chile me aconteció algo similar, aunque con él no arreglamos diferencias. Bueno, hace dos viernes, me sacaron de la cama a las 09:00 hrs. por un llamado telefónico. Era el CONACE, o una de sus voces más hermosas y dulces que me llamaba para increpar mis palabras emitidas hace un año en este blog. Ella me dijo que mi comentario estaba plenamente fuera de lugar, porque el libro sí se publicó. Que incluso una “crítica” en el Mercurio de Valparaíso validaba su existencia. Yo no pude enlazar muy bien las palabras, encantado por la dulzura de su voz y la fineza de sus maneras que me impedían descifrar si la niña al otro lado de la línea estaba molesta o simplemente quería aclararme la película. Es por eso que escribo esta aclaración a modo de respuesta.

Al otro día recibí por correo el libro y una fotocopia de El Mercurio de Valparaíso. ¿No costaba tanto, cierto? ¿Por qué tuvo que pasar un año y un post despiadado para que me enviaran la publicación? Podrían, al menos por decencia, haberme avisado de la aparición del libro, tomando en cuenta que uno de mis cuentos estaría allí dentro. Mala leche, muy mala leche.

Tal vez fui demasiado acalorado al decir que el CONACE no hacía nada y que sus empleados eran una manga de apitutados que justificaban sus sueldos organizando concursitos de diversas categorías y conciertos de bandas regionales malas. En realidad no lo sé. No tengo idea. Sólo sé que hoy el porcentaje de amigos y conocidos que se han suscrito al pay per view de la cocaína se ha triplicado. Creo que soy el único de mi círculo de amigos que sólo consumió, alguna vez, marihuana y con fines estéticos y recreativos, nada más, por curiosidad quizás. Es difícil creer en una institución como el CONACE cuando en tres esquinas de mi barrio trafican pasta base, y hay dos jóvenes desaparecidos en condiciones muy extrañas. Los carabineros pasan por este lado del mundo como si nada. No les importa. Incluso frente a mi Universidad hay un movimiento organizado de tráfico de marihuana y cocaína y lo venden como quien vende el pan. ¿Y el CONACE dónde está? Está lleno de coqueros y de pasteros. Cada día siento que pierdo un amigo porque yo no tranzo con las drogas fuertes, ya no me interesan. Pero el CONACE sigue en la misma oficina, en la misma calle Errázuriz. Los drogadictos no se van a acercar a sus oficinas, porque en ningún momento ellos creerán que tienen un “problema”.

Sé que el problema no es sólo de ellos, yo como educador también tengo gran culpa. Pero el sistema, al parecer, funciona así. Yo no he salvado a nadie de la pasta, ni de la coca. He visto traficar en los colegios y no he hecho nada, claro que ningún drogo me ha pedido ayuda, pero a mi no me pagan por eso. Yo no creo que el CONACE tenga llegada en las poblaciones, y lo digo teniendo en cuenta que la mayor parte de mi vida la viví en una población callampa, y la mitad de esa vida fui sometido a un círculo drogadicto.

Pero bueno, con respecto al libro, está bonito, lleno de faltas de ortografía, pero bonito. A mí me cambiaron unas cuantas palabras que atentan un poco al sentido del texto, pero creo que es normal en los libros que son editados por Microsoft Word y el sistema de autocorrección. Ahora sí, pienso con fundamentos que merecía un lugar mejor. Ya no el primero porque ese debería ser para Egidio Pérez por “Mala Cuea” (tercer lugar), pero al menos el segundo o el tercero. Del resto rescato poco. Claro que eso es culpa mía, por no averiguar sobre el jurado, el cual no era especializado, porque no vamos a decir que Gabriel Castro es un especialista, ni mucho menos el resto de importantes personajes de la municipalidad y del mismo CONACE.

Retiro lo dicho, entonces, sobre el CONACE, hace un año. Fue resultado de mi enojo y frustración. Sigan haciendo eso que hacen, que averiguaré algún día qué es, con la mejor de las ganas y compromiso social. Eso sí que no retiro lo dicho sobre Gabriel Castro a quien considero un aventajado lector de contrasolapas y el epicentro del oscurantismo regional.

Comentarios

Como soy aficionado a los blog y trabajo en el CONACE fuí quien descubrió tu post sobre el concurso. Te invito a pasar a nuestras oficinas que no se han movido de Errazuriz y si tienes tiempo para compartir un café te podemos contar sobre lo que hacemos.
Anónimo dijo…
A mí me pasó lo mismo con ese concurso. también fui mención honrosa y nunca me avisaron del lanzamiento, sí me llegaron los premios a mi casa.

es bonito lanzar concursos y promocionarlos en la prensa y quedar de originales y productivos, pero también hay que responder después.

un poco de respeto!

ERP.
Felipe Rojas A. dijo…
Nada. Típico de empleados públicos que solo les interesa “la cultura” mientras sea bonita, sirva para la foto y para refregarlo en la cara de cualquiera que llegue a “tomar café” con ellos y les eche un poco de verdades encima. Hace poco me pasó –me esta pasando- lo mismo. Con un grupo de cuatro amigos expusimos en la casa de la cultura de Los Andes. Al principio todo muy bien, pero ahora que ya se cumplió el plazo, nada. No hay movilización para traer los cuadros de vuelta, una obra fue rota y la “señora” encargada del Departamento de Cultura no quiere hablar con nosotros. Debe ser porque es UDI.
Cero respeto.
Un consejo: no vayas a tomarte ese café conversado al CONACE, lo más probable es que te tramiten un montón para darte la cuchara y el azúcar, mientras sacan a relucir todo su historial de casos ganados sin moverse del escritorio.
microcuentos dijo…
Daniel: muy interesante tu blog, se encuentran pocos bien escritos por estos días.
Con respecto a este post, te quiero comentar que yo gané el concurso del conace este año y que la ceremonia de premiación fue un desayuno muy tranquilo e íntimo (¿?). Con mi cuento no quería cambiar el mundo de las drogas, yo aplaudo la iniciativa de realizar un concurso,de tener fondos para prsentar proyectos. De hecho durante estos días están abieros. (No es que trabaje pal Conace, pero pienso que estos fondos concursables son una real manera de hacer algo, todos -me incluyo- los que criticamos las políticas contra el control y prevención de drogas)
Saludos y te invito a visitar mi blog. Abierto para publicar.
Pablo
www.microcuentos.blogspot.com
Daniel Hidalgo dijo…
Felipe: el café me gusta bien cargado y me lo puedo tomar solo. No te preocupes, que no asisitiré. He estado en otros proyectos en los que se mete la municipalidad y otros funcionarios públicos, sé como son. Les interesa el arte mientras sea gratis o se pague poco y les brinde una bonita fotografía, una aparición en el Mercurio, y, cómo no, un ascenso.

Saludos.
Nos vemos en clases.

ERP: contáctate conmigo, podemos hacer un sindicato.

Pablo: te posteé. Y debo decir que hay que tener cuidado con esas "ventanas abiertas", la gran mayoría son aprovechamiento, con el fin de figurar, y hasta la SECH está llena de apitutados..

Eso.

Blog 'n roll!
Anónimo dijo…
Hola...

que loko el mundo de Internek...
no sé como llegué por aqui y de pronto
Plaf!!!...
me encuentro con mi nombre mencionado...
Sip.. soy el que sacó el tercer lugar de ese año en el concurso...

Igual la premiacion fue penca... un desayuno con autoridades mientras tus familiares y amigos que te iban a acompañar miraban como comias...

Gracias por el voto de confianza...
cuando llegue a mi casa buscare el libro y leere tu cuento (la verdad nunca lei ninguno)...
y con respecto a lo del certificado, es verdad... las cagaron, eso es mas importante que el CD de los hiphoperos chantas de San Felipe...

Yap esop..
que este bien y en una de esas
paseese por mi fotolog...

E.
Anónimo dijo…
Es increible como la percepción que tenemos depende de si ganamos un lugar, un premio o somos reconocidos públicamente.
Me pregunto si hubieses escrito las mismas críticas a conace si en este minuto disfrutaras de un primer lugar y no solo de una mención honrosa...
Quizás no fue un jurado especializado, pero me pregunto si tú eres un jurado especializado en música hip-hop, ya que criticas tan ligeramente a ese grupo que tiene un cd...
La consecuancia... una de las cosas más dificiles de conseguir ¿Estás de acuerdo?

Srta. X

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