LISTEN TO

Últimamente he estado escuchando a dos solistas que de alguna manera u otra han llenado ese vacío en mute que amarga tanto, porque a mis ventidós aún no concibo la vida sin música. Al menos de la forma en que estoy acostumbrado a vivirla. Ambos exponentes de la nueva música se me aparecieron de manera azarosa. En tiempos en que uno ya no puede confiar en la MTV, más preocupada de mostrar operaciones de tetas que de musicalizar las existencias.


Jack Jonhson: Rock con chalas.

Jack Jonhson llegó a mis oídos a fines del año pasado. A través de Saturday Night Live. Ahí vi su presentación del single “Siting, Waiting, Wishing”, la cual fue impecable. De ahí empecé a buscar material de él y conseguí tres discos de estudio más uno en vivo. Jack Johnson es de una sutileza impresionante, a punta de guitarras acústicas, baterias y contrabajo, crea un verdadero paraíso sonoro. Johnson es ex surfista profesional y documentalista visual de surf, de hecho me ha llegado el comentario de que se ha paseado un par de veces por Chile con el fin de atrapar olas en Pichilemu. Y efectivamente su música es una continuación de lo que alguna vez hizo Beach Boys o The Shadows: música playera para relajarse harto, aunque en sonoridades se aleje bastante, pero la idea es la misma. Una voz cálida como pocas hoy en día, nombre de boxeador y un aspecto polinésico (rasgo que no ha de extrañarnos si tomamos en cuenta que es hawaiano) son sus características especiales. Sus sonoridades se pasean por la música hawaiana, el soul, el folk norteamericano, algo de funk, hip hop, pero todo como mucha onda y calm down. Es especial para escucharlo por las tardes, tomando jugo en un balcón o conversando sobre cualquier cosa. En lo personal, lo disfruto junto a mi novia, quien me obsequió los discos (y la amo aún más por eso) que hasta este punto se han transformado en nuestro soundtrack.

La discograía de Jack comprende: Brushfire Fairytales (2002), On And On (2003), In Between Dreams (2005) y Sing-A-Longs And Lullabies For The Film Curious George (recién salidito). Sin distancia sonora radical entre ellos, pero de una calidad excelente.

Matisyahu: Rastafarismo y Circuncidación.

Matisyahu es un judío ortodoxo que, al estilo Bob Marley, cree que se puede predicar a la vez que haces buena música. Cuenta con dos discos a su haber: un disco de estudio, Youth y uno en vivo, Live at Stubbs. Realmente parece un rabino con mucha onda, pero sólido en su fe. De hecho Shakira, encantada con su primer disco, quiso llevárselo de gira por los Estados Unidos y este la rechazó porque según su religión las mujeres no deberían cantar. Lo que no realiza de manera ortodoxa el buen Matisyahu es su interpretación del reggae, porque sí: su música es reggae por donde se le agarre, pero a esto le suma mucho groove, mucho beat de hip hop, algo del nü metal a lo mtv y two step, y canta a lo raggamufin y se aproxima a veces a Marley y otras a 311 en su lado más relax. Mucha mística y buena onda, un buen mensaje, innovaciones varias al reggae, que muchas veces suena a siempre igual, trae este muchacho de barba extensa, gorrito chistoso y genitales intervenidos.

Comentarios

Anónimo dijo…
y dónde quedó Jamie Collum con su super tema " these are the days" ??
también fue parte del descubrimiento y pasó a ser parte de nuestro soundtrack, aunque en menor medida que el relajao hawaiano amigo nuestro, Jack Johnson, jajajaja.

Te amo.

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