Diario de Cobain

La mitad de mi cara se repartió por los bordes más extraños e insólitos de mi habitación. Quedaron mis fibras pegadas por las paredes con el impacto de la belleza metálica que no se incrustó en mi cabeza, sino que la atravesó de norte a sur. No recuerdo cómo eran cada una de las sensaciones que me invadieron en el momento preciso en que presioné el gatillo, pero en una retrospectiva panorámica sentía, por primera vez en mi vida, que estaba haciendo lo correcto. Una niña prendió una vela a un recorte de revista en donde salía una mala reproducción de mi rostro, cuando aún estaba completo, apenas vio la noticia por la MTV. Se sintió desolada, sintió que su propio Jesucristo había dejado de existir. Ahora me tranquilizo –aunque estoy asqueado de escuchar “Smells Like Teen Spirit” en todas las emisoras del mundo, a cada instante– porque debo reconocer que nunca imaginé que aquel presionar del gatillo, que aquella explosión en mi cara, sería mi mayor hit.

Comentarios

Anónimo dijo…
Q crudas las primeras Líneas.
Días sin visitarte, pensé que me encontraría con más entradas jajaja, un abrazo Daniel...
Espero que los típicos "trámites" de fin de año marchen perfecto.


Saludos!

:*
Anónimo dijo…
Sin comentarios, genial amigo Daniiiii
Anónimo dijo…
No paras de sorprenderme, cada día me sorprende aún más tu genialidad.
Un beso amigo, te debo una explicación y una buena conversa...vos sabés.
Anónimo dijo…
Lei tu post anterior y me encantó.. que lindo que puedas escribir así de alguien
Perdón por lo intrusa... pero paseando por ahí llegué
Saludos!
tierragramas dijo…
notable. Es posible que Kurt ande en esas. Si es que anda en algo, digo.

Mis felicitaciones, man.

Muy buen relato
Daniel Hidalgo dijo…
Genial: otro blogger que sabe del tremendo Medina Reyes. Por estos lados, injustamente, no se conoce mucho.

Más ganas me dan de leer "Érase...", entonces.

Saludos!

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