Jessy Bulbo es conocida en su país, México, como la reina indiscutida del garage. Y es que en su música hay harto del estilo, ciertos clichés incluso, pero también mucho más. Es una de las espectaculares estrellitas del sello independiente Nuevos Ricos, algo así como el Tigersushi azteca, por la onda, claro. La casa de lo más interesante del rock post avanzada regia.
Proveniente del under y de una banda llamada Las Ultrasónicas, Jessy Bulbo juega a rockstar ochentera, grita desenfadada, se extravía continuamente en las armonías, le da duro a la guitarra y al bajo. Su partner Galaxis la acompaña rompiendo la batería, y un artista invitado, Martín Thulin, en los sintetizadores y programaciones. En cuanto a su actitud hay mucho de Johnny Rotten en ella, pero además de Gloria Trevi, transformándose en una cruza mutante entre Televisa y el rock garage más radical. Sus letras son puro desastre amoroso e ironía al cien por ciento.
Además es preciosa. Es de esas chicas de las que mi madre me pide que me aleje, pero está en mis genes, creo, terminar enamorándome de ellas. Desordenada, reventada, punzante, hermosa, graciosa, extrema. ¿Qué más se puede pedir? Un ángel caído al ácido.
La vida a su lado debe ser lo más parecido a un sábado por la noche eterno, pura diversión y desenfreno asegurado. Tendencia a la bipolaridad, a las peleas en el espacio público y todas esas cosas increíblemente románticas y pasionales que sólo los amantes más efusivos y honestos pueden llegar a entender. Mucho deseo, cerveza y rock and roll.
Y es que tras tanta actitud de chica terrible, no evidencia otra cosa que el más puro de los corazones, la novia ideal.
Actualmente se encuentra preparando un nuevo disco del cual ya se puede escuchar un adelanto en su myspace.
Y sí, esto no fue una reflexión, sino una declaración del amor más brutal que existe.
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