Working class super hero

Digamos que iba para variar atrasado, me había metido a Facebook cinco minutos antes de la hora de salida y al final, los cinco minutos se habían convertido en diez, y luego en quince y terminé ya saliendo con treinta y cinco minutos de atraso de la casa. Como de costumbre en este tipo de situaciones, iba entregado a la idea de que todo saldría mal. Así fue: la calle en donde debía tomar el bus, estaba cerrada, lo que me llevó a improvisar mi ruta en busca de otro paradero, que obviamente no aparecía por ninguna parte. Estaba en esa búsqueda infructuosa, bajo el sol más imperante del año, haciendo que mis glándulas sudoríparas se expresaran efusivas, cuando pasé por una plaza y ví a una anciana y una chica con un bebé de unos dos años paseando, riendo y experimentando eso que llaman felicidad. Yo miraba al suelo por un rato, sintiendo el sudor escurriendo por mi frente y ya una leve contracción muscular que evidenciaba cierto cansancio, escuché a la anciana llamando la atención a la joven: "oye, dile al niño que no corra, pero llámalo, anda a buscarlo, ¡va a cruzar la calle!". Efectivamente el niño quería cruzar la calle y la joven madre, creo, entre la duda existencial de darle la razón a su madre, creo, y asumir que es mejor madre que ella o ir a salvar la vida de su hijo, caminó a paso lento hasta que se dio cuenta de que el pequeño no obedecería órden alguna, y apuró el paso. Y yo veía que no alcanzaba y vislumbraba el trágico desenlace y entonces corrí. Y corrí más veloz que la madre y la adelanté hasta dar con los hombros del niño que apenas posaba sus pies sobre la carretera y lo detuve, y me sentí aliviado y una gran persona frente a la confundida mirada del bebé, y le entregué ese niño a la joven madre y ella lo recibió y no me dijo ni gracias ni nada parecido y se sumó a la anciana y siguieron caminando y me doy cuenta que lo más probable es que si yo no hubiera intervenido en el rescate, no habría pasado nada porque el paso de la madre tampoco era tan lento ni el del niño tan rápido, pero por sobretodas las cosas porque la avenida entera estaba cerrada y no pasaban autos ni buses por ninguna parte. Y a lo lejos vi un paradero y ya eran las 6:30 pm, cuando a mi reunión debía llegar a las 6:30 pm, y ya mi atraso era más evidente que cualquier cosa evidente en este planeta. Pero bueno, me metí las manos al bolsillo y me di cuenta de que dejé la BIP en la casa. Así es que decidí devolverme y seguir en Facebook y ya mañana ver qué excusa inventaba para justificar mi torpeza.

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