Bored to death en Zona.cl


Quien se obsesionó con esta serie primero fue Antonio -periodista ondero- Díaz. Es de lo mejor que ha aparecido este año y escribí sobre ella para la Zona. Pueden leer la columna por acá, o a continuación.


VIDAS ABURRIDAS

Hay una serie que están dando en HBO que se trata de gente aburrida que ya no quiere estarlo. Gente hace lo imposible por acabar con sus vidas tristes y transformarlas en otra cosa, aunque eso sea imitar a los personajes de las novelas y cómics que leen en sus piezas. Una serie que es la patá y que junto a The Wire, ha reinstalado a ese canal como la productora de grandes series, que fue a mediados de los noventas. Se llama Bored to Death y trata de eso, de desesperados losers que intentan salir de su fracaso.

Por Daniel Hidalgo

Creo que la primera impresión que me llevé de Santiago fue que era una ciudad triste, pero linda a su modo. Como ciertas chicas que a veces me gustan, pero que terminan siempre siendo maniaco-depresivas con tendencia a serial killer.

Porque para alguien que viene de provincia es complicado acostumbrarse a esta ciudad. Básicamente porque los santiaguinos hacen cosas raras como subir las escaleras mecánicas corriendo, poner árboles en mitad de la vereda –y uno tras otro-, lo que hace que la mayoría del tiempo mis ojos provincianos estén irritados por no esquivar las ramas, y dar referencias como “camina hacia la cordillera para llegar a mi casa”. Y uno mira y ve cerros por todos lados y siempre se termina perdiendo. Pero lejos lo más extraño de esta ciudad es subirse al Transantiago, porque la gente parece zombie, pone caras extrañas y se ven tristes, aburridas, enojadas.

Más de alguno me dirá “claro que es triste esta ciudad, si el Transantiago es una porquería. O que la pega esto y los niveles de vida esto otro”. Y tienen toda la razón. Pero pasa que cuando uno está triste, aburrido o enojado, lo mejor es hacer todo lo posible para dejar de estarlo. Por eso creo que me vine a Santiago. Error.

Hay una serie que están dando en HBO que se trata de gente aburrida que ya no quiere estarlo, y hace lo imposible por acabar con sus vidas tristes y transformarlas en otra cosa. Una serie que es la patá, y que junto a The Wire ha reinstalado a ese canal, como la productora de grandes series que fue a mediados de los noventas.

Hablo de Bored to Death, serie creada por el escritor Jonathan Ames, quien bautiza de igual modo al protagonista de su serie, interpretado por Jason Schwartzman, el pendejo mateo de Rushmore (1998), el hermano sensible en Viaje a Darjeeling (2007), y sobrino de Francis Ford Coppola.

Más allá de ser una sitcom que apologiza el consumo de marihuana y homenajea los géneros “menores” -cómics, novelas pulp y el género negro- Bored to Death es justamente eso: una sátira sobre vidas que se congelan, que pierden sentido y se extravían en un caos melancólico. Una serie protagonizada por tres personajes que ven como única alternativa, el romper los moldes del hastío cotidiano, entregándose a una cadena de equivocaciones, de errores. Lo hacen jugando a interpretar vidas ajenas, robadas de las ficciones baratas que consumen.

Así nos encontramos con Ames, personaje que tal como el Ames de la vida real es un escritor, pero que se encuentra en un bloqueo creativo. Un lector de Raymond Chandler, consumidor hiperactivo de marihuana y alcohólico no asumido, que a raíz de la pérdida de su novia publica un aviso en internet, y se embarca a resolver casos como falso detective privado.

Como detective, todo lo resuelve de forma azarosa, se equivoca, se extravía, porque Ames no es un detective, es un tipo que imita a los personajes que lee, a la manera de un quijote postmoderno que cree poder encontrar en sus lecturas, la única salvación posible. Pero el mundo no funciona como en las novelas negras. Como escritor frustrado y ex novio -uno con las esperanzas de reconquista aún palpitando- le pasa lo mismo. Un loser de aquellos.

El gesto autobiográfico es imbatible, a la manera del cómic American Splendor: vidas mínimas que se convierten en relatos épicos y melancólicos. Ames es el éxito evaporado, la genialidad perdida, la angustia de ser un zombie como los del Transantiago, incapaz de recuperar la vida, la chispa entre su novela anterior y aquella que pareciera nunca venir.

En su aburrimiento lo acompañan su amigo Ray Hueston (Zach Galifianakis, el gordo de ¿Qué Pasó Ayer?)un dibujante de cómics de lo más raro (porque tiene novia), y su jefe en la revista para la cual trabaja, George Christopher (Ted Danson, sí el mismo de la prehistórica Cheers y fantasma eterno de las series de los últimos treinta años) quien más que ser su jefe ondero, exitoso y socialité, es su comprador número uno de marihuana.

Y es que el aburrimiento puede ser el primer paso de un gran acontecimiento, de esa revolución doméstica que sea capaz de remecer todo lo que te rodea. Series como ésta muestran que siempre es simple matar el hastío: sólo debes hacer algo. Leer, escribir, dibujar cómics o imitar personajes de novela negra, y salir a poner la vida en peligro, puede ser un paso previo, un paso en falso, un tropezón o una caída. Pero es mejor que no hacer nada y quedarse sentado en tu propio aburrimiento. A menos que en la tele de enfrente claro, estén pasando esta tremenda serie.

Bored To Death: Capítulos de estreno todos los domingos a las 22:00 hrs por HBO. Este domingo dan el capítulo 03. Repeticiones los jueves a las 21:15 hrs.

Toda la primera temporada la pueden encontrar navegando como corsarios en la marea de internet.

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