El país que no fue

Original de Rolling Stone, diciembre de 2011.


El debut narrativo de Simón Soto, "Cielo Negro" es una agresiva sátira a nuestra historia reciente.



Se trata de un personaje de la televisión, una animadora y empresaria que antes era cantante, de origen humilde pero convertida en un ser siniestro por los años, confesa defensora de la dictadura. En su juventud cantaba en clubes nocturnos y así fue cómo conoció a los agentes torturadores y militares poderosos del más oscuro periodo de nuestra historia. Es la protagonista del cuento “Victoria Martínez”, el encargado de abrir los fuegos de “Cielo Negro”, el debut de Simón Soto. Se trata de un relato en clave paródica, en el que cualquier semejanza con alguna comentarista de farándula de matinal no es solo coincidencia, claro está.

No es la única historia: seis son los relatos que componen este libro breve pero intenso, el resto expone una suerte de galería del fracaso en donde se enmarcan las fotos del actor porno retirado que desconcierta con sus excentricidades a dos periodistas que pretenden hacerle un perfil, en el cuento que da título al libro “Cielo Negro”. Así como la del ex monaguillo que aspiraba a ser Papa sin sospechar sobre las consecuencias de ese sueño, en “Paulina y María Jesús”. Los hermanastros que saben que inevitablemente deben conocerse algún día, en “Hermanos”. El huérfanos que busca a sus padre, tras años de incertidumbre en el relato “La Uruguaya”. Y el vidente de “Jenny Potrovich”, que de tanto hacer milagros se vuelve transformista, texto que claramente está inspirado en el caso del vidente de Villa Alemana.

Soto tiene un manejo narrativo envidiable, que con claridad y sin abusar de la pirotecnia, logra, siempre desde una anécdota, destapar un universo de secretos e intrigas domésticas. Estos cuentos están marcados por un desastre histórico, nos cuentan sobre gente que debió haber sido otra cosa, pero que en el camino algún desastre los termina perdiendo y encontrándose con un nuevo panorama.

Si hay algo que ha marcado este año, en cuanto a publicaciones, es una interesante aparición de debutantes literarios, quienes han refrescado las listas de los autores locales de siempre. Enmarcado en este contexto, el primer libro de Soto sobresale por su cuidado manejo narrativo, de movimientos cuidadosos y precisos, en donde se profundiza en los ecos provocados por la dictadura, con una mirada dotada de la más mordaz ironía.

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