Slavoj (Zizek)

Fui a una fiesta Zizek. En los tiempos del MySpace añoraba estar ahí. En fin, el tiempo es algo relativo. Estoy en Zizek. Mucha gente. Veinte minutos para comprar la primera cerveza. Quilmes Stout, está dentro de las más baratas y siento que pagué cuatro o cinco veces eso con la entrada. Zizek son fiestas que hacen en el club Niceto, en Palermo, y es como si en el Máscara de Valparaíso o en la Blondie de Santiago hubiera algo de riesgo y se pusieran a poner cumbias digitales, mash up cumbieros y no sé, cualquier cosa que desintegre la cumbia –que la sodomice, que la vuelva cualquier cosa menos algo predecible– aunque sea una vez al mes. Vine porque revisé hace un rato que tocaban los peruanos Dengue, Dengue, Dengue, algo así como Daft Punk de la era pre Disney en clave cumbiera, pero me entero ya en el lugar de que está mezclando Villa Damiante y que en un rato más sale El Remolón. Estos, de hecho, me vuelan la cabeza. Y digo estos porque es su reversión como El Remolón y su Conjunto. Son divertidísimos. Pura fiesta y parodia. En esta pasada El Remolón no es solamente Andrés Schteingart, que a ratos parece una cruza entre Prince y Pablo Lescano, sino que es una banda –claro, el nombre lo indica–, pero son increíbles: teclados, percusiones electrónicas, mac’s, keytars, es una fiesta re loca. El lugar está llenísimo pero me abro paso, con los brazos en alto, hasta llegar al escenario. El Remolón que ya es bastante bueno en sus discos, logra crecer unas cien mil veces en vivo. Al rato, termina y eufórico voy por mi segunda Quilmes. Converso con algunos muchachos tipo veinte años y les pregunto por las fiestas Zizek, y nada, me dicen todo lo que ya sabía. Sale Dengue, Dengue, Dengue: al fin en Buenos Aires, declaran, o algo parecido y comienzan a desarticular todo: cumbia chicha, sonidero, reggaetón, ragga, canciones de El Rey León, todo se desestructura y termina siendo pulsos sincopados que no afectan en nada el baile. Es más, llaman a reinventarlo. Los dos mezcladores más una chica encargada de las visuales en vivo. Todo es alocado, todo es relectura, es demasiado tarde para mí y me voy algo triste por irme cuando el show aún no acaba pero, aunque ha pasado tiempo, he estado en esta fiesta y todo parece lindo y reflexivo.



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