BARBIE PUNK

Dentro de una sociedad superficialmente homogénea todo rasgo de rareza, que pueda amenazar con variar el panorama, es un grave peligro que atenta contra esta homogeneidad y el Poder que la sustenta. En el Chile de Transición, apenas acabada la dictadura, surgen o se dejan escuchar otras voces que entran en contacto con la voz comunitaria bajo el lema democrático de minorías. El contexto esperanzador de la recuperación de la democracia y el re-nacido interés de las casas editoriales por generar una "Nueva Narrativa Chilena" permiten la aparición de Pedro Lemebel en el panorama literario. Las minorías, no solamente silenciadas por una dictadura que castigaba con la completa anulación sino también excluidas por una sociedad que censura todo lo distinto, tienen diferentes mecanismos para enfrentarse a la marginación. Basta con ojear algunas líneas de las obras de Lemebel, basta dejarnos sumergir en su narrativa, para darnos cuenta de que nos enfrentamos a un nuevo tono discursivo. En este caso, el acto de escribir es una forma de insertarse dentro de la voz colectiva. Lemebel, marginado en demasiados aspectos (es gay, es portador de VIH, es comunista en años de dictadura) no se limita a la hora de dialogar con la supuesta homogeneidad. El discurso de Lemebel aspira a generar códigos que puedan interactuar con la sociedad sin traicionar su origen de otredad. 1. Crea una prosa barroco-poblacional saturada de elementos que permiten insertarnos tanto en el "nuevo" imaginario del autor como en la gestación de una nueva mitología narrativa. Es este lenguaje el que logra cautivar a los lectores, una suerte de plástico y sangre: Barbie Punk. Recuerdo, alguna vez, haber visto a un amigo con una pulsera con púas, como esas que usan los muchachos punks, pero que era rosada y de plástico. Me acordé de Lemebel. Rosa y negro. Látex y cuero. Madonna y los Sex Pistols. En el lenguaje de Lemebel se funden estas dos caras, el relato crudo y la narración sutil, la cultura pop es tan importante como el kitsch, el sida lo es tanto como las poblaciones, la metáfora poética estilo novela rosa, tanto como el coa. En sus páginas la tinta chorrea por los bordes. Una exhuberancia pura. Así conviven en sus textos (híbridos entre la ficción y la crónica) el sida, la población, las locas, los gays, Serrat, Lucho Gatica, Bruce Lee, los péndex, las jeringas, el erotismo, etc. 2. Leer a Lemebel es enfrentarse a un desfile gay en plena Alameda. Con los colores y ruidos que esto inevitablemente involucra. Risas y bailes, pancartas y gritos de batalla. Siendo en este punto donde se observa la intención del autor: Insertar un discurso: nos invita a cruzar hacia la vereda de enfrente, la otra vereda, la otra esquina, donde circulan el autor y sus personajes a modo de talk show de medio día, sin temor a demostrarse tal cual son. Cada relato de sus libros nos presenta a personajes sumergidos en la otredad, exiliados del yo supremo de la sociedad. Sin embargo, estas fragmentadas voces se unen con el fin de añadir nuevos matices al discurso hegemónico que alguna vez negó su existencia. Una suma de suspiros que se insertan camuflados en la oficialidad. Ejemplo claro: Lemebel es leído en las aulas escolares. En "La Esquina es mi Corazón" La Babilonia, los homosexuales del Parque Forestal o las barras bravas tienen como punto en común el vivir al margen de la sociedad y sus normas. Todos los personajes viven su sexualidad libre, muchas veces explícitamente en la vía pública, ante los ojos sorprendidos de la gente, ante la descalificación de la sociedad. Los personajes de Lemebel son conscientes de su marginación pero pareciera no importarles demasiado, siguen con sus vidas, donde sea. Babilonia fue "exiliada" pero siguió desnuda en otro lugar. Titular inevitable: "Lemebel funda el imaginario homosexual chileno". Homosexual opuesto a gayman. Homosexual relativo a lo marginal, gay relativo al homosexual ABC1. Todos pueden sentirse orgullosos de tener un amigo gay, no así de un transexual que participa del comercio sexual por las calles a mitad de la noche. Lemebel fabrica literatura homosexual. Lemebel se va a los camarines igual que Johny Rotten: sudoroso, disfónico, luego de una explosión furiosa en el escenario. Las obras de Lemebel son un recital punk rock. Lemebel es una banda punk rock, pero de esas que firman con transnacionales sin traicionar su postura original. Los textos de Lemebel son, a la vez, una fiesta de body art. Intervenciones Extremas. Piercing y Tattoo. Pero Lemebel también es la teleserie mexicana de las dos de la tarde, la página en blanco de las Obras Completas de Corín Tellado y la última lágrima arrancada por un poema barroco. Lemebel es under y pop. Lemebel es pop-rock. Barbie Punk. Los accesorios NO se venden por separado.

Comentarios

Unknown dijo…
muy buenas tus palabras referentes a Lemebel; pero, que yo sepa, él no es portador de VIH.
saludos.

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