"Ahora sueño con ser un escritor peruano"

Entrevista para diario Correo de Chimbote (Perú) por César Sánchez Lucero


¿Por qué el título “Canciones punk para señoritas autodestructivas”? 
Viene de las distintas ideas que están en el libro, por un lado la violencia, la velocidad, lo urbano, leído desde el punk rock, su filosofía y su música, pero también estas chicas que están en casi todos los cuentos que son poco convencionales, rebeldes, que se resisten a seguir modelos impuestos, que no necesitan de los hombres y que los hombres terminan colapsando frente a ellas. 

¿Cuál es el puente entre el punk con la política? 
El punk, más que la música o una estética, que es lo que ha tomado la industria y la moda, es un movimiento cultural, muy propio de su época. Me gusta ese impulso punk, es un impulso que te lleva a crear cosas, alternativas, a hacer arte, canciones a escribir. Yo lo entiendo desde el espíritu adolescente que aferra el punk a la vida cotidiana y qué es la política sino una decisión sobre tus actos cotidianos. 

¿Es Valparaíso la de las postales? 
Valparaíso tiene una cultura sentimental riquísima, un imaginario simbólico muy interesante que los gobiernos de turno han tratado de volver un atractivo turístico, sin embargo es de las zonas más pobres de Chile. En Valparaíso hay mucho saqueador cultural y político que han lucrado con la idea de la postal, de la ciudad premoderna y pobre, pero evidentemente la violencia, el abandono y los grandes incendios que queman poblaciones enteras, han marcado la historia de sus habitantes. 

¿Es la marginalidad el cordón umbilical del continente? 
En la marginalidad, con toda la injusticia que conlleva, se encuentra el valor cultural de cada país, ahí nacen las canciones, las artes que a mí me interesan, en ese sentido es claro que, como dices en la pregunta, es el cordón umbilical de cada sociedad, es la fuerza que mueve cada sociedad, aunque se le quiera mantener adormecida. 

¿Qué “sabor” te dejó Lima y tu reciente participación en la Feria Internacional del Libro? 
He quedado maravillado. Fui invitado por tres días a la feria, que me pareció una experiencia riquísima, pero me terminé quedando once días en los que me dediqué a recorrer lo más que pude la ciudad, con todas sus aristas, sus zonas populares; las turísticas las dejé para el último día, pero también los barrios. Fui al estadio de Alianza con Martín Roldán, probé cuanto chifa pude, cuanto ceviche se me cruzó; probé un plato de Gastón Acurio gracias a Daniela Ramírez y la noche y el sushi nikkei con Hugo Martínez y su mujer; probé el verdadero pisco y hasta intenté bailar salsa; comí tacu tacu y arroz con pollo al amanecer con la gente de la editorial Estruendomudo. Recorrí y adoré a Lima y a los limeños, y mi única guía, aparte de la hospitalidad de cada persona que conocí, fueron los discos de los Destellos de Enrique Delgado, los murales de Elliot Tupac, un polo de los Saicos que busqué en Quilca pero encontré en Galerías Brasil. Me perdí muchas veces y la sensación de estar extraviado con esa nube enorme y brillante en el cielo es insuperable. Ahora sueño con ser un escritor peruano, porque ser peruano es como pertenecer a muchos países distintos. 

Entrevista al escritor, profesor y músico chileno Daniel Hidalgo 
César Sánchez Lucero 
Contraportada del Diario Correo de Chimbote Jueves 21 de septiembre de 2017

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